Piénselo dos veces antes de aprovechar esos atractivos incentivos de inversión. Cuando el gobierno y las instituciones financieras le ofrecen incentivos para que coloque su dinero en cuentas de jubilación individuales (IRA), planes de jubilación 401(k) y otros productos de inversión, no lo hacen únicamente por buena voluntad. No son sus asesores financieros que velan por su futuro. Usted es el producto y su dinero es la ganancia.
Estos incentivos, que van desde jugosas deducciones fiscales hasta contribuciones de contrapartida del empleador, tienen un propósito que va más allá de hacer crecer sus cuentas de jubilación. Engrasan los engranajes de la economía al canalizar dinero de los bolsillos individuales a la maquinaria de Wall Street, y el sistema depende de su participación.
Esto no quiere decir que deba evitar estos incentivos por completo, pero no se engañe pensando que quienes tienen el poder quieren lo mejor para usted. Investigue, comprenda los términos y tome decisiones informadas. Su futuro financiero no debería estar determinado por los deseos de las instituciones. Es su dinero. Contrólelo, no permita que él lo controle a usted.
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